EL MUNDO QUE YO NO VIVA (IV):
ANESTESIA ESTIVAL
Almería, a 22 de julio de 2012
Querido amigo Axil:
La anestesia estival comienza a hacer efecto en este pueblo.
Yo me retiré hace unos días al Sureste, lo conoces, tierra de secano, pitas y
grúas (éstas cada vez menos, efecto de la crisis). La última sonada ha sido el
19J, como suele ahora nombrarse lo que toda la vida fue un 19 de julio (además,
que la J es ambigua). Sorprendentemente salió gran gentío absolutamente
cabreado, más que indignado, por el pelo que nos tratan de tomar toda la clase
política del estatus quo, esto es, principalmente del bipartidismo nacional y
sus acólitos de las nacionalidades periféricas. Y digo sorprendentemente,
porque en esta ciudad del Sur de la Piel de Toro, en la que pasé unos pocos
años, hace ya bastantes, la gente nunca fue muy dada a la protesta o a la
indignación, más bien los almerienses siempre fueron mucho del renegar y de la
indolencia. Sin embargo, el pasado jueves, ante mis ojos desfilaba una masa de
personas, festivas, alegres, indignadas y protestonas. Por algo se empieza. Por
supuesto los que gobiernan hacen oídos sordos porque como dije, ha comenzado la
campaña de anestesia estival, en la que se insufla la dosis de olvido
suficiente para que todo el mundo se acabe tragando lo que se le imponga,
acompañado por la toma de la Televisión Pública, que comienza poco a poco a
parecer más gubernamental y a justificar una y otra vez las medidas,
declaraciones, actuaciones (o casi mejor, “inactuaciones”) de el gobierno en
curso, y que ya anuncia despidos de periodistas, presentadores y comunicadores
que no han son absolutamente fieles a las consignas del poder. ¡Y uno que creía
que se había blindado la televisión pública a las veleidades de los gobernantes
de turno! ¡Parece que no aprendo, mi querido Axil! ¡Qué fácil es cambiar las
leyes cuando se gobierna con impunidad! ¡Afortunadamente este pueblo, de vez en
cuando, quizá no tanto como debiera (o quién sabe lo que veremos), sale a la
calle a decirle a determinados políticos que no somos imbéciles! Señor
Presidente, deje de tomarnos otra vez por analfabetos, que aunque todos los
gobiernos han tratado de destrozar la educación española, ésta aún vive de los
restos de quienes siempre hemos creído que era una solución para los problemas
del país. Que aunque haya conseguido una mayoría absoluta de diputados en una
Democracia de tipo Representativo (lo que sería tema de debate profundo si es
una verdadera democracia o un magnífico montaje mediático), no significa que sean
estúpidos ni sus votantes ni los que no lo somos. Nada es eterno y mucho menos
las veleidades del poder político (cada vez más efímeras y vacías en este nuevo
feudalismo en el que estamos entrando). Querido Axil, estoy un poco melancólico,
espero que pase y te ayude en nuestras investigaciones (sobre la víbora
pelirroja, nada nuevo, ya te contaré). Salud y buen viaje.
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